Colegio de Magistrados y Funcionarios de San Isidro
QUIÉNES SOMOS
El Departamento Judicial de San Isidro nació gracias a la sanción de la ley provincial 6615 de 1961, que modificara a la 5827, y comenzó a funcionar años después, en 1965, en virtud del Acuerdo de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires N° 1469 de ese año.
Desde entonces, los Magistrados y Funcionarios con inquietudes asociativas constituían informales reuniones en despachos y confiterías y actuaban como delegaciones del Colegio Provincial con asiento en La Plata y, en algunas ocasiones, más de uno de estos grupos con interés representativo coexistía en la disidencia intentando captar el apoyo de las personas que aspiraban a ser parte de un asociación con mayor autonomía y presencia zonal.
De esa manera, si bien hay actas del año 1976 que demuestran la existencia de los primeros pasos mutualistas del Colegio, lo cierto es que es recién en 1997 cuando la Dirección Provincial de Personas Jurídicas aprueba nuestro primer Estatuto (Registro N° 17.501), que nos daba una autonomía con tintes localistas, sin perjuicio de la dependencia al Ente Provincial, principal encargado de nuestra representación.
Desde entonces, el Colegio de Magistrados y Funcionarios del Departamento Judicial de San Isidro es el lugar en donde las inquietudes de siempre son expuestas por las más variadas voces de las mujeres y hombres que integran los diferentes estratos que componen nuestra jurisdicción, conformando hoy una agrupación de más de seiscientos cincuenta socios activos que brega, con las limitaciones que impone el decoro de la función, por la independencia del Poder Judicial, su autarquía funcional y económica, la capacitación de sus integrantes, su recreación, su salud, su vinculación con la sociedad y el cuidado de su familia.
Muchos acontecimientos pasaron desde aquellos primeros días y aquí estamos, insistiendo en la representación de nuestros asociados y velando por el resguardo de sus intereses a fin de procurar que la tutela judicial efectiva que se impulsa desde el Texto Constitucional pueda ser concretada por los más idóneos Magistrados y Funcionarios.
¿Quiénes somos?
Somos los que estamos… Y podremos estar mejor si juntos proseguimos transitando la senda de la capacitación, el decoro y la honradez. Después de todo, es la unión la que hace a la fuerza y, si aceptamos tal consigna, nunca seremos débiles para cumplir nuestros objetivos y perdurar en el tiempo.